domingo, 15 de mayo de 2011

NAUFRAGIO DE PIELES





Fuimos un naufragio de pieles contenidas
dibujando arabescos con las sombras
en este armazón que nos contiene.
No preservé mi cuerpo de la agonía
por que la memoria es de sal,
las cenizas del olvido
y las partidas son senderos de piedra
que tu mismo fabricaste al alejarte
llevándote mi nombre atado
al desmedido amor que proclamabas.
Ya no habrá más signos
en el principio de la sangre,
no más vuelos de pájaros de ensueño
sobre la otra orilla de los tiempos.
Mis ojos hoy te borran del espejo de mi cuerpo.
En tu país de olvido está amaneciendo,
en el mío recién comienza a anochecer.



   La luna y yo
                                        “Mírala. Es tu espejo.”
                                                            Jorge L. Borges



Racimo de blancos pájaros la luna
que se refleja en los espejos
astillados de recuerdos
que se intuye en los paréntesis del día
que se aferra a viernes sin cenizas
que se disloca en los brazos de la muerte
y sigue la eternidad de su destino.
Luna que se pega a mis esquinas
redondeadas de nostalgias.
Pájaro absurdo yo que vuelo
con mis fantasmas a cuestas.
Metáfora de blancura que se estrella
en el cemento caliente de la siesta
para evadir la noche
mientras parafraseo trinos que laten
en la maquinaria de viejos relojes
 y permanezco
suspendida
en el misterio.
de la luna y de la vida.

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