cansados de andar
curvan el límite
entre el cielo y el infierno
y el recuerdo del ayer
recorre mis venas
tensando soledades.
Cuando llegas hasta mí
indiferente en apariencia
fabricando dolor inexistente.
Cuando se corta la cuerda
entre la risa y la locura
inpidiéndome pensar
y se quiebra mi voz
en la garganta universal
de las miserias
solo mis manos en cruz
me redimen la impotencia.
(del libro "Espejos y Retornos")
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