Abro la pesada puerta
solo el
pasillo acusa el paso del tiempo
una
niña sentada sobre las baldosas
lee un
libro de cuentos pero no me mira.
Más
allá los malvones pensamiento
los
lazos de amor las estampillas.
Aroma a
naranja caliente me detiene
giro
hacia la cocina y ahora
el
aceite de los buñuelos burbujea.
Un
imperceptible sonido a papelitos
arrugados
a la hora de la siesta
musiquea
en mis oídos.
La
sombra de mi madre cocinando
los
pasos de mi padre
que
vuelve del trabajo…todo sigue igual.
Siento
caricias en el alma
sonrisas
guardadas asoman a mis labios
y sigo
soñando con la casa de mi infancia.
de la antología
"Puente de Palabras"(2013)
Una bella, serenísima, conmovedora evocación. Gracias por compartirla.
ResponderEliminarUn beso desde Madrid.
Gracias Antonio! Abrazos...
ResponderEliminarPor un momento volví a mi infancia. Gracias por compartir tan bellos versos.
ResponderEliminarMe quedaré por aquí leyendo más.
Abrazos.
Celebro que hayas vuelto a la infancia,lugar donde fuiste feliz.Abrazos
ResponderEliminar